La razón de revolución

Día a día, con optimismo, transito por la otrora ciudad de los techos rojos: Caracas. Intento buscar en ella, esa ciudad buena, bonita, que cautivó a propios y extraños, que inspiró bellas melodías y sucumbió ante románticos poemas. A pesar de este panorama que trato de idear en mis pensamientos, la realidad es otra. En general la calidad de la urbe es solo un recuerdo. Entre inseguridad, basura, tráfico y carencia de servicios, la Caracas imaginada es solo eso, una imaginación. Noto la indignación de muchos de sus habitantes ante el deterioro de las cosas. El sentido común indica que muchas cosas no marchan bien, peor aún que marchan extremadamente mal. Ante eso, gran parte de la ciudadanía queda atónita cuando el gobierno, en lugar de hablar de los problemas nacionales, solo habla de “La revolución”.

Esa línea en negrita me causo ruido, comienzas con un intento buscar en ella... Y leo todo el párrafo y no se que buscas, la idea queda como en el aire.

Y es que para lograr ese paraíso utópico, que cada vez se hace más temprano, toda la problemática social, económica y política, queda a un lado. Hace un tiempo, antes que el gobierno hablara del socialismo a diestra y siniestra, el presidente de la república indicó que no importaba andar desnudos o estar sin que comer, que lo importante era defender la revolución. El gobierno actual, con su afán revolucionario, ha dejado en segundo, tercer y cuarto orden, problemas como salud, educación, transporte. Hasta acciones inconcebibles en el marco de una sociedad sana, como la arremetida contra la libertad de expresión y los graves hechos de corrupción, son amparados con la razón de revolución.

No entiendo que quieres decir en esa parte en negrita.

De resto es un análisis de la situación actual, pero siento que le falta un poco más de reflexión sobre el derecho a elegir, solo una idea sustenta en el derecho a elegir en el último párrafo y ya.

Está bueno, le falta el ciudadano, las elecciones del de a pie, siento que no tiene derecho a elegir